Nuestra Iglesia Casa de Dios, Puerta del Cielo organizó un evento familiar que se convirtió en una jornada inolvidable para todos sus miembros. El encuentro comenzó temprano en la mañana, con una cálida bienvenida por parte de los líderes de la iglesia, quienes expresaron su alegría por ver a tantas familias reunidas para compartir un día de diversión y comunión.
Las actividades comenzaron con una serie de juegos diseñados para todas las edades. Los niños participaron en juegos divertidos y competencias de globos de agua, mientras que los adultos disfrutaron juegos de voleibol y fútbol. La risa y la emoción llenaron el aire, creando un ambiente de alegría y camaradería.
A medida que avanzaba el día, se preparó una espectacular barbacoa. Los miembros de la iglesia se unieron para cocinar una variedad de carnes y acompañamientos, incluyendo cortes de carne de res y cerdo, chorizos y ensaladas frescas. El aroma de la comida a la parrilla atrajo a todos hacia la zona de comedor, donde se dispusieron mesas largas para que las familias pudieran sentarse juntas y disfrutar de la comida.Durante la comida, hubo momentos de reflexión y agradecimiento. Los líderes de la iglesia compartieron mensajes inspiradores sobre la importancia de la familia y la comunidad, recordando a todos la bendición de estar juntos y apoyarse mutuamente. También se realizaron oraciones de agradecimiento por la comida y por la oportunidad de compartir ese día especial.
Después de la barbacoa, las actividades continuaron con más juegos y tiempo libre para que las familias pudieran socializar y disfrutar del hermoso día. Los niños corrieron y jugaron en el césped, mientras los adultos conversaban y fortalecían sus lazos de amistad. Hubo también un espacio para la música y el baile, donde todos pudieron participar y divertirse.
Este encuentro familiar no solo fue una oportunidad para disfrutar de juegos y comida deliciosa, sino también para fortalecer los lazos entre los miembros de la Iglesia Casa de Dios, Puerta del Cielo. Fue un día lleno de amor, alegría y gratitud, que dejó una huella duradera en el corazón de todos los participantes.
Dios es perfecto así como su tiempo el nos da aliento a seguirlo nos dejo libre albedrío de escojer lo que nos hace feliz pero sin el no somos nada